Está demostrado que el uso de componentes físicos involucrados en el proceso de aprendizaje facilita la tarea de aprender. También el uso de elementos de colores ayuda a crear conexiones. Los profesores saben que los niños (y adultos) tienden a centrarse en el color, y que a los pequeños les encanta utilizar juegos y materiales . manipulativos
Las regletas de
Cuisenaire son un recurso muy completo para el aprendizaje de matemáticas.
Son una gran manera de reforzar las habilidades esenciales de las matemáticas para
los niños en casa o en el colegio.
Se utilizan para enseñar
a sumar, restar, multiplicar y dividir, y además ayudan a entender la
composición y descomposición de los números e iniciar a los más pequeños en las
actividades de cálculo, todo ello sobre una base manipulativa. Son prismas
cuadrangulares de diez tamaños y colores diferentes y cuya longitud oscila
entre 1 y 10 cm. Cada
regleta equivale a un número determinado:
La regleta blanca, de 1 cm de longitud, representa el número 1.
La regleta roja, de 2 cm, representa el número 2.
La regleta verde claro, de 3 cm, representa el número 3.
La regleta rosa, de 4 cm, representa el número 4.
La regleta amarilla, de 5 cm, representa el número 5.
La regleta verde oscuro, de 6 cm, representa el número 6.
La regleta negra, de
7
cm, representa el
número 7.
La regleta marrón, de 8 cm, representa el número 8.
La regleta azul, de 9 cm, representa el número 9.
Para comenzar, los niños
pueden utilizar las regletas para ordenarlas por longitud, de modo que se creará
una colorida "escalera". De
este modo, los niños descubren y aprenden a asignar valores a cada barra de
color según la relación con las otras barras. Posteriormente, pueden emplearse
para crear las cuatro operaciones básicas de forma manipulativa, entre otras actividades,
como por ejemplo:
Asociar la longitud con
el color. Todas las regletas del mismo color tienen la misma longitud.
Establecer equivalencias. Al unir varias regletas, se consiguen longitudes equivalentes a las de otras más largas.
Después de saber que cada regleta representa un número del 1 al 10, y que a cada uno de estos números le corresponde a su vez una regleta concreta, se puede formar la serie de numeración del 1 al 10.
Al tomar el 1 como base, cada número es igual al anterior de la serie más 1. De esta manera, se establece la relación n + 1.
Trabajar de manera
manipulativa las relaciones “ser mayor que” y “ser menor que” de los números, basándose en la comparación de longitudes.
Comprobar la relación de inclusión de la serie numérica, ya que en cada número están incluidos los anteriores.
Realizar seriaciones diferentes.
Introducir la composición y descomposición de números.
Introducir los sistemas de numeración mediante diferentes agrupamientos.
Trabajar la multiplicación de forma intuitiva como suma de sumandos iguales.
Introducir la división a partir de particiones y repartos.
Además,
las regletas de Cuisenaire proporcionan a los estudiantes confirmación visual
de sus investigaciones prácticas de conceptos matemáticos, desde la suma a la
división de fracciones.
En
resumen: las regletas de Cuisenaire son una colección de barras rectangulares de
10 longitudes y 10 colores, en las que cada color corresponde a una longitud
diferente. Los niños pueden explorar operaciones matemáticas simples, números
enteros, fracciones, medida, cociente, área, perímetro, simetría, congruencia,
geometría tridimensional, patrones y funciones. Permiten conocer las matemáticas
de una manera sencilla y manipulativa y están disponibles en madera y plástico.
Nunca se debe enseñar “regletas”; las regletas deben manipularse
para generar ideas. La acción del niño no puede dirigirse a recordar
cómo se utilizan, sino a pensar cómo resuelve el desafío planteado.
(Fernández Bravo, 2012)
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